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Joseph K Lim MD
George Triadafidopulus MD
Gastrointestinal Endoscopy
Volumen 62 Número 2 pp. 271-273, agosto 2005

La enseñanza de la especialidad en Gastroenterología proporciona un enfoque durante el período de 3 años en los que los médicos jóvenes aprenden las habilidades fundamentales, cognoscitivas y procesales necesarias para una carrera en la investigación y la práctica clínica de la Especialidad. La mayoría de los residentes completan su especialidad con una base excelente del conocimiento, para proporcionar la atención médica manteniendo los estándares de calidad, requiriendo posteriormente de una educación médica continua bien estructurada. Aunque estas habilidades y los hábitos esenciales para mantener este proceso de aprendizaje deben de desarrollarse típicamente en forma temprana en el proceso de la educación, se deberán de mantener incluso posterior a la salida de la especialidad. La literatura médica básica proporciona información segura en los avances actuales en la investigación y la practica clínica. Aunque todos los Gastroenterólogos lean regularmente revistas especializadas esto no es beneficioso si no se hace de una manera sistemática, por lo que se tratan de proporcionar unos principios básicos para aumentar la eficacia de la lectura diaria.

Principio 1: Leyendo regularmente. Se deberá de reservar tiempo para leer cada semana. Hay muchos escenarios en los que esto se puede lograr, pero el más natural está en el contexto del paciente internado o el paciente de la consulta. Durante la residencia las preguntas que surgen a diario durante los pasos de visita, en la consulta y que no se van contestando en la mayoría de las ocasiones es un escenario frecuente, por lo que se recomienda:

  1. Mantener una libreta de apuntes o PC Pocket para enlistar las preguntas, para incitar una búsqueda en la literatura y subsecuentemente, para documentar las respuestas pueden ser el primer paso a una pauta disciplinada de la lectura.
  2. El conocimiento clínico nuevo que se aprende en el contexto de un paciente específico es más probable que sea retenido a largo plazo, y permite que el estudiante utilice inmediatamente estos datos para mejorar el cuidado del paciente y para enseñar a otros compañeros.
  3. Otra forma común para incitar a la lectura de diario está durante las revisiones bibliográficas de los servicios. Esta tradición de escoger temas y artículos para la discusión son casi universales entre los programas de capacitación, aunque el formato varíe extensamente entre instituciones. Mientras que muchos difieren en el contenido (es decir, intestino vs. hígado), la participación (es decir, profesores vs. residentes), la orientación (es decir, clínica vs. investigación básica), la selección del formato del articulo o el formato de discusión (es decir, la mesa redonda informal vs. la presentación formal), los elementos claves deberán de ser siempre los mismos.

Las discusiones deben empezar con una introducción breve del contexto de la enfermedad, los datos nuevos pertinentes que se presentan, inclusive los datos preliminares y las hipótesis fundamentales que originaron la investigación. Esto deberá de seguir con una descripción y una evaluación de los métodos de investigación, que es esencial en valorar la validez de los resultados. Los resultados y las conclusiones se deben discutir con una comprensión clara de cómo estos datos contribuyen a la comprensión nueva del problema y el grado que esto debe o podría cambiar la práctica clínica.

Las publicaciones dedicadas a los cuidados del paciente es un comienzo excelente como plan estratégico en el inicio de la lectura diaria dentro del hogar o en el consultorio. Aunque no hay datos disponibles se estima que los Gastroenterólogos dedican 4 horas a la semana para la lectura. Esto destaca la necesidad de aprender las habilidades necesarias para utilizar este tiempo limitado en una manera más eficiente.

Principio 2: Qué se debe leer: Hay demasiadas Revistas y publicaciones para que el Gastroenterólogo pueda mantenerse actualizado. Dentro de Gastroenterología, hay más de 50 publicaciones en circulación, inclusive adiciones notables cada año como Clinical Gastroenterology and Hepatology, y Nature Clinical Practice Gastroenterology and Hepatology.

Por consiguiente, es conveniente que uno desarrolle una estrategia con objetivos claramente definidos. Un punto de partida sencillo es que se deberá clasificar la lectura en 3 grupos;

  • Grupo A (La prioridad más alta) Implica leer las cosas esenciales que uno debe saber como gastroenterólogo (por ejemplo, lo que uno se avergonzaría de no saber dentro de la especialidad).
  • Grupo B (Prioridad intermedia) Incluye la lectura que aumentará la comprensión en áreas directas en la practica clínica, de aplicación inmediata o en la investigación (por ejemplo, cápsula endoscópica o ultrasonido endoscópico).
  • Grupo C (Prioridad más baja) Incluye la lectura que puede ser del interés general a gastroenterólogos pero es menos importante para la práctica individual o de investigación.

Esto ayuda a priorizar leyendo en menor tiempo y así asegurar una base sólida de cultura general y conservar tiempo para aumentar una pericia más profunda en áreas importantes.

El próximo paso que se deberá tener es escoger un número pequeño de publicaciones para revisar regularmente. Para la mayoría de los residentes o Gastroenterólogos, no más de 4 a 6 publicaciones por mes pueden ser prácticos.